Cena a la carta
( Solo para peregrinos sin plata)
Ya había observado que casi todos los alberges de peregrinos tienen a disposición cocina y lavandería, bien sea con lavadora o una pila y tendedero.
Alguna vez he usado la cocina para calentarme un té o algo así.
Siempre observé (mal, por lo que veo) que tenía algo de comida básica.
A veces un frigorífico con pedacitos de queso, jamón alguna fruta…
Pero como no era mio pues ni se me ocurrio tomar cuenta de tales apetitosas viandas.
El otro día estando calentando un poquito de agua pá tomarme una aspirina, apareció el Posadero y me indicó que puedo utilizar lo que necesite, pues es vieja costumbre dejar lo que no vayas a consumir; que otro peregrino podrá servirse…
Sin prisa pero sin pausa me preparé un plato combinado de rosquillas con nocilla y un ajito con aceite de oliva y sal
Más un buen café de malta.
De Izda a derecha:
Rosquillitas crocantes, aceite, vinagre, sal , azucar, malta, «Nocilla», ajos, fideos, pimientos secos y varios condimentos…
