La Gaceta de Ultramar. Día 2040. 8/06


La Cordada de los Insconscientes – II

El Guaperas estaba trabao, pero bien trabao; que, normalnente, en tierra con un par de ostias a media potencia, se espabilaría.
Pero en medio la pared, a 20 mts. de altura, es otra cosa.

Le dijimos que no se moviera, que vamos por él.

El Pepe y yó rapelamos hasta el punto 2 con el Culovaso, que comenzaba a estar nervioso.

Desde allí planeamos lo siguiente:
El Culovaso hacía un rappel directo hasta el suelo.
El Pepe y yo bajábamos hasta el punto 1º con el Guaperas, le contamos algun chiste verde de esos que le gustaban y, cuando dejara de temblequear, el Pepe -que era  fuerte como una mula- lo bajaba en un rappel de salvamento.
Aunque solo lo habíamos practicado en tierra, no era difícil: se trataba de echarse al candidato a la espalda a coscaletas pasarle una cuerda en 8 por la espalda y como si fuera una mochila cargarlo a la espalda y bajar.

No fue facil no, hubo que contarle bastastes chistes…
Pero, dicho y hecho, lo bajamos.

Finalmente, los cuatro en la base de la Panocha y con el Guaperas ya sin temblequeos, hicimos un pacto de silencio y guardar el secreto de por vida.

Al Guaperas le preocupaba sobre todo consevar su fama de galán frances.
Solo que le pusimos de pena que respetase nuestras candidatas a ligue y nos diera una mano si se nos torcía la cosa…

Ya, con la noche encima, compartimos el companaje que llevávamos, buscamos un árbol frondoso pá guardarnos del relente y a dormir, pues mañana iríamos al Cerrillar, de allí por el camino de la guerra, pasando por la Rambla los Fusilaos (1) hasta las pozas de Benitres (2), donde tomaríamos un buen baño, ya en el puerto La Cadena.
Pa terminar la jornada vajaríamos por la rambla Los Romanos hasta el Palmar y de ahí en autobús a casa…

Asi que le pusimos de penitencia al Guaperas y su compañero de cordada a limpiar las matujas y las piedras más grandes pa poder dormir cómodos.

Eso de encender lumbres y todos felices con un café calentándose es cosa de películas del Oeste.

Dormimos a la luz de las estrellas, pues en la epoca una tienda de campaña era cosa de ricos.

Al ratico estabamos tos con unas picaceras que pa qué.

-Qué pasa, qué pasa -nos decíamos…
Como ni linterna llevávamos, el Pepe -que ya comenzaba a fumetear- encendió un misto, y dimos con la tecla.

Estabamos justo encima de un hermoso y grande hormiguero…

Los pateamos un poco, pero tampoco era pa perder el tiempo con tamaño inconscientes, niños semipijos.

A estas alturas de la noche cada uno se rebuscó un canto pá por lo menos no ser carnaza la bichería y dormir lo que diera.

A la mañana y sin planear nada de riesgo, salimos rumbo al refugio del Cerrillar y de ahí siguiendo la cuerda del monte a buscar el camino de la guerra ( que eran los senderos de abastecimiento de los bunquer de las defensas de Cartagena en la guerra civil), que nos llevava al Puerto de La Cadena.

Despues de 20/25 km de sendas llegamos a Benitres.

-Agua, agua -gritaba el Guaperas.
-Cállate ostias, que pareces un bereber del desierto -le dijo el Pepe el Carnicero que ya lo tenía entre ceja  y ceja.

Gracia no le hizo al Franchute pero se calló la boca y se tiró de cabeza a la poza.

(1) Rambla los fusilaos.


Al pie de la vieja carretera de Murcia a Cartagena, del lado izquierdo a 5/6 km del Palmar, hay un lugar que segun cuentan los viejos en los tiempos de la guerra llevaban a fusilar a los que pensaban diferente.

Despues los otros hicieron un monumento.
Ahora he oído que los otros de los otros van a quitar el monumento…
Podríamos calcular que ya que parece que estamos en democracia, cuando gobiernen los otros de los otros, de los otros lo volverán a poner.

Y digo y:
¿Podrán los muertos estar donde quieran y ponerse la cruz, la media luna o lo que se les cante?

2) Benitres
Allí mismo, al otro lao del camino frente a lo de los fusilaos, en la rambla estan las pozas de la Marrana, rebautizadas por los crios de Aljucer «Benitres», por lo de Benidorm en Alicante

——
Así que nos dimos un buen chapuzón y carretera y manta;
y en un ratico ya estabamos en el autobús del Rayo rumbo a la casa.

Ya anocheciendo llegué a mi casa, esperando que mi padre no estuviera, pues, si no, sería un mal final de día.
Al entrar mi madre -como siempre- se puso muy contenta:
-Ay, hijo mío, dónde has estao, que vienes hecho un demonio, tó tiznao y mira, mira que manos, toas arañás y ensangrentás. Hay Dios mío, gracias a Dios que no está tu padre.
Pasa, pasa al cuarto baño que voy a calentar una olla de agua y te echas unos cazos pá lavarte…
Hay Dios mío, gracias a Dios que tengo estos angelicos que no me da guerra ninguna.
Mi hermano menor de 7/8 añicos, alli sentaíco miraba con atencion.
Mi hermanica gateaba entre mis piernas cansás.

Y me lavé.
Y descansé.
Había sido un fin de semana un poco intenso…

———–

Las Historias de Ultramar

En Santiago del Estero -como en otras regiones del norte Argentino- se lleva aún una vida simple, integrados con lo natural.


https://m.youtube.com/watch?v=rYUEDRYpRPU

Publicado por Time Advocate

Mi nombre es José Ramón Sáez Nicolás. Soy Abogado y Economista, titular del despacho “Dualis Economía Gestión y Derecho”, con sede en Murcia, actividad profesional que desempeño por cuenta propia desde 1995. Licenciado en Derecho y Diplomado en Ciencias Empresariales, con la especialidad en Análisis Contable, por la Universidad de Murcia, y Grado en Administración y Dirección de Empresas, por la UCAM, mi formación y vocación están orientadas al mundo de la empresa y los emprendedores, las nuevas tecnologías, la gestión del conocimiento, la creación de valor y la innovación.

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