Hoy viernes amanecerá un dia normal, de esos de la nueva normalidad.
Por aquí sería más de lo mismo, con las gentes muy, muy cansadas de esperar.
Es como cuando llegas a esperar el autobús y, por algún motivo llegastes demasiado pronto. Miras y remiras, pero no hay un banco pa sentarte y ya comienzas con la pata izquierda. Estás en duda si sentarte encima la maleta o tirarte al suelo. Pero como Dios es güeno, se eschuchan los chirridos de la persiana del boteco de cafe.
-Buenos dias, maestro, ¿me da un un café y una madalena? Añado «por favor», pues el tabernero tiene cara de malas pulgas.
-Espere Ud. un rato que se caliente la máquina.
Llega un rezagado de la noche con cara de pasmao y un aliento que se enciende.
-Jefe, un carajillo bien calentito.
El tabernero lo fulmina y de un tarascón de palabras y lo arrincona en la punta del boteco. Por vergüenza no presté atención, no vaya a ser que pille yó algo tambien. Pues nunca se sabe por donde se dan las cartas.
Pero más o menos lo puso firme como un palo la luz.
Al ratico, cuando el tabernero vio adecuado, me puso mi rico café con dos madalenas.
-La segunda de regalo, que me fijao que ud. necesita fuerza pá enfrentar el día.
-Gracias señor, que así sea.
El Rezagao de la noche lo miró como perrito faldero y frotándose las manos le reclamó al Tabernero por su Carajillo… Yó, con habilidad, me esquiné en la punta de la barra. Pá aguantar el chaparrón que le llegaba a mi vecino…
El tal Rezagado bajó la cabeza y sin decir ni pío, se sentó en una esquina.
En eso aperecieron dos tricornios.
-Güenas sres..
-Güenos dias nos de Dios. Lo de siempre, ¿Vicens? ¿Alguna novedad, Vicents?
-Ná, lo de siempre este borrachuzo tempranero.
El civil le dio un repaso con la vista y le increpó:
-Tú, maleante, ¿tienes algo pa mí?
Nó Sr. guardia, solo que de madrugá vi llegar unos franchutes bien vestíos a la fonda L’Andaluza.
-¿Cómo es eso?
-Si, que digo qu’es mu raro pues a esa fonda tan escondía que naide conoce no convina con franchutes.
-A ver, Vicens, un carajillo y una copa aqui pal maleante.
En un tris se tomaron su servicio; vamos compadre, vamos a darle los buenos dias a esos franchutes y salieron pa la fonda L’Andaluza.
-Con Dios sres. -Y salieron como balas.
En eso se escuchó: Pasajeros del rapido Barcelona-Granada , pueden embarcar salimos en 10 minutos…
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Las Musicas de Ultramar
Los Pianos de Ultramar
Chile
En Chile el piano estuvo poco desarrollado, básicamente se repiten las músicas provenientes del virreinato del Peru, ligeramente modificadas. Escucharemos gracias a la vida de Violeta Parra, y una cueca tradicional.
Alessia Arnatovich
Gracias a la vida
https://m.youtube.com/watch?v=RybSiN2J7UM
Margot Loyola