Eran días primaverales en esas montañas Leonesas.
Por las altas cumbres de la Cruz de Fierro.
Por donde algún que otro osado peregrino recorría su camino hacia poniente en busca de Santiago el Apóstol.
Hacia poco que las nieves se habían retirado, en ese largo invierno del 76.
Allí, por los confines del Bierzo custodiando los equipos del ejercito americano de defensa anticomunista.
Nos decían…
Pasaban los días entre sueños y nostalgias
Hacia poco que nos habían enviado las nuevas escopetas Cetmes en sustitución de los viejos Mauser que ya llevavan varias guerras y tal vez algún que otro muerto republicano, ruso o vete a saber, de vez en cuando dábamos unos tiros que resonaban allá abajo por entre los valles del Teleno.
Era bonita la susodicha escopeta;
1.700 mts de alcance parabólico.
Eran tres posiciones de tiro.
1/ Tiro a tiro
2/ Ráfaga de tres tiros seguidos
3/ Ametrallador hasta acabar el cargador.
Mas la bayoneta con muesca central para cuando pincharas algún pobre diablo enemigo le entrara aire contaminado y le projera una infección interna ( esa parte no me gustaba ) seria como joderle la vida tramposamente.
También nos servía para hacerse los bocadillos de jamón, limpiarnos el barro de la suela de las botas y otras mil utilidades que inventábamos.
Fué una epoca que nos endurecia y preparaba para el camino de la vida.
Pasabamos de ser adolescentes inmaduros a hombres autosuficientes.
Pues verle las orejas al lobo te alerta de lo que te viene encima.
Fue en esos dias que me llego la noticia de mi Mari de que íbamos a ser padres…
¡La vida no esperó, ya estaba allí…!
Ese dia deje de ser adolescente.
Asi que me arremagué las mangas, me cambié el chip de Jipy por el de hombre, empece a cabilar el plan siguiente.
Rapidamente,
en unos minutos;
encontré el camino;
El que mi padre alguna vez decia.
«No hay mejor economía que trabajar noche y día»
Pero en ese dia lo verdadero;
Lo mas importante fué esa alegria y fuerza que te dá ese nuevo camino con la persona amada…
Asi que salí andando del cuartel y mirando los montes y sus mensajes, se me ocurrió erguir un monolito conmemorativo (Entenfí a nuestros ancestros prehistoricos).
Gravé en la piedra nuestras iniciales (M-M), y le puse unas florecillas silvestres.
Allí debe estar, al pie del camino de Santiago pasado el cuartel, entre 500/1.000 mt. lado izquierdo, sentido Oeste,
Fue un gran día.
De los mejores…
LA GACETA DE ULTRAMAR 