Hoy parece que los chubascos darán un respiro, así que los peregrinos dan gracias a Santiago por enviarles el sol y los días primaverales en este otoño.
Los campos secos agradecen estas primeras aguas.
Del crujir y polvo de las sendas, pasamos al suave y fresco caminar.
Toda la bicheria salta y festeja el fin del seco verano.
Sus canticos se entremezclan y junto al olor a humedad marca la nueva estacion.
Se respira aire mas puro por la energia dejada por las aguas.
Es el momento de vendimiar, de cosechar manzanas y peras, las primeras nueces y castańas yá aparecen.
Las gentes aprovechan este intervalo de buen tiempo para hacer las ultimas labores de este año.
La leña bien seca y troceada yá está apilada en espera de los frios.
La sala ( El Salote) de guardar las viandas pal invierno limpia de bichos y otros okupas.
Los cerdos engordando saboreando la dieta especial pa fin de año.
Laa abuelas repasando las ropas de abrigo pa pasar calentito el invierno.
Es asi la sabia rutina otoñal que todos saben.
De estos campos
Nosotros.
Los de a pie.
Los que caminamos
Seguimos al Oeste
Hacia Finisterre
Pasando por Santiago.
