La guardia vieja
Cuando de joven, uno miraba pasar ese viejito ranqueando con su gallao, o jugando al dominó en la taberna del pueblo, lo veíamos como alguien de otro nivel. Del superior…Su palabra era ley.
Curioso pero se daba que el nuestro; nuestro viejo a pesar de ser viejo, siempre uno estaba con un pié un poquito atras, no vaya a ser que con su experiencia y sabiduria, te vaya a dar ese consejo que te derrumbe el plan.
Yá después, mas pal frente, cuando maduramos un poco, vemos que tal vez debíamos haber prestado mas atención y haber entendido que es la única opinión clara, transparente y 100%, fuera de intereses ocultos.
Si es acertada o errada es algo dependiente de otras mil circunstancias, pero es un buen punto de inicio.
Sabemos que los pueblos originarios y los que mantienen la tradición, son la fuente del conocimiento y los cimientos que sostienen la civilización.
No hace muchos años atrás en gran parte de la Europa civilizada, con tanta modernidad pasaron a ser como piezas de museo dificiles de colocar.
De guardianes del conocimiento pasaron a ser trastos viejos molestosos.
Tradiciones, cultura, historia verdadera, todo al sumidero.
Se crean esos lugares espantosos. Mitad orfanato. Mitad prisión. Salas de espera del ultimo viaje.
Resignados con su maletita, en la puerta del hospicio. Saludan al personal. Sonrientes por fuera.La procesión por dentro. Saludan a sus chicos…! Estaré bien.! No preocuparos.! Venid cuando podáis
¡Mentira!, Falso, No existe…
A veces me atienden, otras no…! El teléfono! A veces contestan otras nó…! El E-Mail !
Ese es mi amigo, el Doctor Jhonson…Esa es su historia.
Despueé de algunas vicisitudes y pá no ser un estorbo, él mismo se lo buscó, se fué a ese lugar del fin del mundo. Alli empezó denuevo.
General Las Heras, se llama el pueblito. Entre las pampas está.
Un dia destos ire. A le saludar. A mi amigo. El Doctor Miguel Jhonson

Este es tó su ato.
Es la navidad del 2017. Rumbo a la aldea antisistema. El exiliado familiar. Yó exiliado del sistema
En dos meses casi corría entre las acacias pinchosas, persiguiendo mariposas.por primera vez era libre.
Atras quedó la ciudad. Su «familia tam ocupadisima». Pá dedicarle unos minutos. Lo pasó todo a ellos. Apenas con su minuscula pensión y unos uss’s guardados y sus cuatro cosillas, salió pá no volver.
Tras varios tiras y aflojas de nuevo pá no incomodarlos accedió en ir a un lugar mejor.
Fué un chiquero de engordar cerdos. En medio de la nada. Propiedad de su yerno. Enjambres de moscas. Bandos de mosquitos. Ejércitos de cucarachas. Perros sarnosos. Perfumes de otro mundo.
Un dia fuí a «le visitar». A darle un hola, una fuerza, un poco de lo que sea. Eran las 11 y pico. Me cansé de batir palmas desde la tranquera. Desistí, imaginé que estaria con su familia.
Le llamé y llamé por varios dias, por fin consegui hablar. No estaba bien. Allí no aguantaría mucho -me dijo-. Estaba con poca salud…
-Pero hombre, qué me dices güevon, pero si eeres Doctor. Cúrate, -le dije…
-Si, si murciano -me dijo.
Un dia me llamó, tó feliz, casi exultante: tengo visto un Asilo en las Heras. Bonito, con patio, biblioteca y Viejitos de campo. El Lunes me mudo…
Lo sentí feliz.Abandonado, pero feliz…
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Las Músicas de Ultramar
Milonga campera, es una historia recitada segun la antigua tradicion de los trovadores de la edad media Iberica aqui continua vigente, reforzada por el buen hacer de estas tierras.
Victor Velazques
El Remate