POR ACASO
Por acaso y fue en Granada donde el último rey moro perdió aquel su paraíso.
Por acaso y en conmemoración de esa victoria cristiana fue un tal Colon que descubrió El Ultramar de las Américas.
Por acaso y en busca de fortuna oro o plata fue el aventurero Juan Díaz de Solís quien se adentró por un gran río casi en el fin del mundo y quedó maravillado por las inmensas praderas fértiles en ambas orillas.
Por acaso Rio arriba y de las estribaciones de los Andes, allá en el alto Perú relucían montañas de plata que descendían por el gran río, “El Río de la Plata”, camino de los príncipes europeos pasando un ratito por Sevilla o Cádiz
Por acaso y coincidencia fué un tal Pedro de Mendoza un granaíno de Guadix afincado se le ocurrió fundar una ciudad allá en el inmenso estuario del Río De La Plata y le puso el nombre de Santa Maria del Buen Aire.
Por Acaso y con el fin de “Salvar El Ultramar” del tal Napoleón, un aguerrido Correntino de Yapeyú formado en “El Regimiento de Murcia” curtido en mil batallas junto a las levas de Murcianos en defensa de la península, volvió a su Buenos Aires querido y se empeñó en liberar esas tierras de españoles afrancesados.
Por Acaso en esas ricas tierras se fueron juntando amablemente en bailantas, milongas y conventillos gentes de todos los colores desde africanos candomberos, Italianos llorones, franceses enamoradizos, eslovacos y germanos cuadrados, gitanos andantes, Criollos milongueros y como no Andaluces tangueros.
Por acaso en siglo XlX y del centro de Europa llegó a aquel gran río un tal fuelle llamado bandoneón, que inmediatamente se acopló y es el corazón del tango
Por acaso un tal Gardel, tanguero Uruguayo-Francés afincado en en Abasto de Bs.As. lo lanzó al mundo.
Y el mundo lo descubrió.
Por acaso en los 90 del siglo pasado, otra leva de inmigrantes murcianos llegaron al gran Río de la Plata, en busca del preciado metal, esta vez de avión con pasaje de ida y vuelta.
Por acaso, como el que no quiere la cosa y yá en la pre-pandemia del bicho chino, apareció por esos lares un tal jurídico esforzado con cansera de tanta toga.
Y se dii de bruces con la magia de Tangos y Milongas.
Por acaso y ya en su tierra y no sin esfuerzo aprimoró su 2×4 en bailantas organizadas de porteños exiliados del pan de cada día.
Por acaso días o meses más tarde se le apareció una china, su china, que desde las tierras moras de Graná llegó a la Vega del Segura a tanguear a contramano.
Por acaso, ayer a la sombra de la Alhambra Granaína vi con mis propios ojos que no es:
Por Acaso…
Que el Granaino Boabdil perdió su paraíso y tras 5 Siglos, por fin ayer 3/10/25 Graná y Murcia se reconciliaron.
¡Que lo que Tango unió que no lo separen los humanos con sus ritmos alocados de esta modernidad…!
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No es Por Acaso que en los 70 allá por esas tierras de ultramar, los Milicos desaparecieron a miles de jóvenes idealistas y hasta hoy sus abuelas y madres acuden cada jueves a la Plaza de Mayo a preguntar por sus Pibes.
Y por las aceras de Avd. De Mayo, Rivadavia, callao y otras estas en azulejos coloreados lo que quedó de ellos…