Me pilló la lluvia y parecía leve el asunto, pero…
Me empapé hasta lo hüesos.
Los auténticos peregrinos van preparados y no se mojan.
Sigo aprendiendo.
Atiné a llegar al meson El Acebo del Acebo.
Tenía pinta de güen lugar.
Había 3/4 Coréanos y un par de mozas guiris de centro Europa.
El menú del peregrino era medio vegano.
“ Sin nada de Chiché.”
No me dio ilusión entrar en ese asunto.
Le pregunté si tenia comida de cuchara, de esa que calienta hasta el tuétano de los güesos.
El mesonero me miró feliz.
Como si si se le hubieses aparecido el mismísimo Apóstol De Santiago.
Me ofreció un Botillo del Bierzo
Con 1/2 de vino casero del bierzo.
? Que es eso, le pregunté.
Pues hombre, rapaz.
Es comida que alimenta.
!Ni lo dudé!.
Marchando le dije.
Una comida de esas.
Que estoy flojico.
De postre me pedí una habitación individual.
En el hostal El Acebo de Acebo.
Podré ir al baño sin trompiquear con mochilas y apargates
Sin guiris .
Sin bahianos.
Sin mochileros pachulientos.
Sin pecadores arrepentidos
Ni viudas aposentas.
Ni roncadores globalizados
Que alegria.
Que ilusión.
Me traerán los reyes un camión…
